1541 - Pedro de Valdivia fundó la ciudad de Santiago de la Nueva Extremadura al costado sur del río Mapocho. La ubicación de la urbe se decidió considerando la existencia de “agua cerca”, proporcionada por el río, para satisfacer las distintas necesidades de la población.
1578 - Inauguración de la fuente de San Saturnino al costado sur del cerro Santa Lucía, para distribuir agua pura y cristalina proveniente de la quebrada de Ramón. En 1609, una gran inundación destruyó la fuente y la infraestructura que la abastecía. Los habitantes de la urbe debieron volver a abastecerse de las aguas del río Mapocho.
1671 - Las aguas de la quebrada de Ramón regresan a la ciudad. Se distribuían desde una fuente, de cuatro metros de alto y dotada de dos bandejas de bronce, localizada en la Plaza de Armas. Dos décadas más tarde, esta fuente dejó de operar privando nuevamente a los santiaguinos del agua de dicha quebrada.
1766 - Una pila ubicada donde actualmente se emplaza el monumento de la Fuente Alemana, cercana a la Plaza Baquedano, volvió a proporcionar agua de la quebrada de Ramón a la ciudad. Sin embargo, en 1783, una nueva inundación destruyó completamente la infraestructura del agua proveniente de esa fuente.
1829 - Inauguración del canal San Carlos, construido gracias a la iniciativa de la Sociedad del Canal de Maipo. Este canal ha jugado, a lo largo de la historia, un importante papel en el abastecimiento de agua potable de la ciudad.
1842 - El abogado Antonio García Reyes y el agrimensor José Vicente Larraín Espinoza crearon una “sociedad industrial”, con el propósito de suministrar “aguas puras” a los habitantes de la capital. El proyecto finalmente no prosperó debido a la falta de financiamiento.
1854 - Bajo la dirección de la Municipalidad de Santiago, se comenzaron a instalar cañerías de fierro para abastecer de agua a sus habitantes. A quien contrató el municipio para la importación e instalación de estas primeras cañerías de fierro fue don Guillermo Wheelwright, empresario norteamericano que con posterioridad estuvo a cargo de la construcción de la primera línea férrea de Chile, entre Copiapó y Caldera. La inexistencia de un estanque decantador que limpiara las aguas, provocó numerosas obstrucciones que interrumpían el servicio. En su gran mayoría, los santiaguinos debieron seguir abasteciéndose del agua que vendían los aguateros.
1859 - El ingeniero Manuel Valdés Vigil acordó con la Municipalidad de Santiago organizar la Empresa de Agua Potable de Santiago. El municipio designó una comisión para formular las bases legales de una propuesta donde empresarios particulares tuvieran el derecho de proveer agua potable a la ciudad.
1861 - Por medio de un decreto, la Municipalidad de Santiago cedió a la Empresa de Agua Potable de Santiago el derecho a utilizar por treinta años las aguas que le pertenecían para emplearlas en la bebida, lavado, aseo y demás usos domésticos de la población. Del mismo modo, se determinaron los precios de venta del agua a los consumidores. Manuel Valdés Vigil buscó inversionistas y trató de conseguir créditos para poner en marcha a la empresa, sin embargo, su tarea no resultó exitosa.
1864 - La Municipalidad de Santiago decidió invertir los recursos que se requerían para hacer viable el proyecto, transformándose en socia comanditaria de la propiedad de la Empresa de Agua Potable de Santiago. Un nuevo acuerdo con Manuel Valdés Vigil, lo consagró como director de la empresa y la municipalidad se comprometió a financiar las obras de infraestructura necesarias para proveer de agua potable al centro de la ciudad. Quien dirigía la municipalidad en ese entonces y lideró el nuevo acuerdo fue el intendente Federico Errázuriz Zañartu, quien con posterioridad fue elegido Presidente de la República (1871-1876).
1865 - Se terminó la construcción de un acueducto cubierto, que traía agua potable a la ciudad desde la quebrada de Ramón, y de dos depósitos clarificadores, proyectados nominalmente para contener dieciséis mil metros cúbicos cada uno. Con el paso del tiempo, estos depósitos serán conocidos con el nombre de estanques de La Reina.
1866 - Con una solemne, ceremonia en la que participaron las más altas autoridades del país, se inauguró el servicio de agua potable en Santiago. La zona de cobertura inicial estaba comprendida entre las calles Seminario por el oriente, Alameda de las Delicias por el sur, de Baratillos (actual Manuel Rodríguez) por el poniente, y el río Mapocho por el norte. Los primeros clientes de la Empresa de Agua Potable de Santiago fueron 88 casas particulares y 21 establecimientos industriales.
1872 - A instancias del intendente de Santiago, Benjamín Vicuña Mackenna, la Municipalidad de Santiago compró a Manuel Valdés Vigil sus derechos sobre la Empresa de Agua Potable de Santiago. Con ello, la compañía se transformó en una empresa de propiedad municipal, dejando atrás su periodo comanditario. Así, se inició un agresivo plan de ampliación de la cobertura.
1873 - Con el propósito de estudiar su potencial como fuentes de agua para los distintos requerimientos de la ciudad, Benjamín Vicuña Mackenna lideró una expedición científica a las lagunas Negra y del Encañado, situadas a 25 kilómetros al sureste de San José de Maipo. La falta de financiamiento hizo imposible aprovechar, en ese entonces, los recursos hídricos allí almacenados.
1893 - Se realizaron las primeras captaciones de agua desde Vitacura. Estas aguas eran obtenidas por medio de drenes, de más un kilómetro de extensión, tras lo cual confluían y eran direccionadas hacia los estanques de Providencia. El agua de los drenes de Vitacura tuvo una gran importancia para la ciudad, aliviando la necesidad del recurso experimentada por los habitantes de la urbe.
1896 - Se promulgó la ley N°342 que establecía el servicio obligatorio de desagües por medio de alcantarillas o cañerías. Las ciudades con más de 5 mil habitantes debían proveer tales servicios de forma obligatoria. Con esta medida, se promovió la construcción y explotación de servicios de desagües por parte de particulares, bajo la supervisión de las municipalidades.
1898 - Con el propósito de mejorar su gestión financiera, la ley N°1.012 del 31 de enero de 1898 modificó la estructura de propiedad de la Empresa de Agua Potable de Santiago. De ser una empresa de propiedad municipal, la compañía pasó a transformarse en una empresa autónoma fiscal.
1905 - Se inició la construcción de los trabajos de alcantarillado en Santiago. Con este sistema moderno de desagüe, se pretendía conducir de forma segura las aguas servidas hacia afuera de la ciudad, reemplazando a las acequias que cumplían ese rol hasta ese entonces y que eran una fuente de contaminación ambiental con nefastas consecuencias en la salubridad de la población. Desarrolladas bajo la dirección de la empresa francesa Battignolles-Fould, las obras fueron entregadas a la ciudad entre 1907 y 1910.
1917 - Se inauguraron las obras que permitieron aprovechar los recursos hídricos de las lagunas Negra y del Encañado. La infraestructura contempló la construcción de un acueducto de 87 kilómetros de longitud —denominado Laguna Negra—, con sus respectivas cañerías de alimentación y distribución. Además, se edificó un nuevo estanque para almacenar y regular el abastecimiento de la ciudad. Esta obra, que se construyó durante la Primera Guerra Mundial, fue encargada al ingeniero y filósofo don Luis Lagarrigue, que ya había hecho obras para el Canal San Carlos y la central hidroeléctrica Florida.
1919 - La Empresa de Agua Potable de Santiago adquirió un terreno en Alameda de Las Delicias 1123, donde levantó un edificio para sus oficinas centrales. En la década siguiente, habilitó nuevas dependencias en Avenida Vicuña Mackenna, destinadas a almacenes, talleres y maestranzas.
1952 - Construida con el objetivo de aumentar la disponibilidad de agua potable destinada a la población, se inauguró, a plena capacidad, la planta de filtros Las Vizcachas. Esta instalación, localizada en la comuna de Puente Alto, era alimentada por el río Maipo. La planta contaba con una capacidad nominal inicial de 4 metros cúbicos por segundo, lo que la transformó en “una de las obras más grandes de su género, en Sudamérica”.
1967 - Se inauguró el embalse El Yeso, 23 kilómetros aguas arriba de la junta del río Yeso con el río Maipo. La construcción de esta obra pública significó un gran avance, pues permitió aprovechar las aguas del río Maipo para fines domésticos y agrícolas.
1969 - Se inauguró la planta Las Vizcachitas, localizada en los mismos terrenos que la planta de filtros Las Vizcachas. La captación de las aguas para su alimentación se proveyó directamente desde el río Maipo, por medio de la denominada Bocatoma Independente.